viernes, 15 de noviembre de 2013

Basura

Como todo el que lea el blog sabe, siento una especial predilección por Aznar y su familia, especialmente por su mujer, Ana Botella y su yerno, Alejandro Agag. Y con predilección quiero decir que suelo escribir sobre ellos, no se confundan, hay muy poco amor en esas letras. No me quiero repetir, pero es inevitable, para mi Aznar es el peor presidente de la democracia, sin lugar a dudas, sólo Mariano se le acerca peligrosamente (en dos años, cuando acabe la legislatura, no sé). Pero su mujer lo eclipsa últimamente. Tras el fiasco de la candidatura olímpica y el para siempre recordado "a relaxing cup of café con leche" y otras cagadas como lo de las peras y las manzanas o su nefasta actuación en el incidente del Madrid Arena, en el que murieron cinco jóvenes, llega ahora la huelga de las basuras en Madrid.

Es cierto que lo que está en el fondo es el afán desmedido de lucro de las empresas concesionarias, que quieren echar a 1200 trabajadores y rebajar el sueldo a los que queden un 40% (no estoy seguro de las cifras, quizás la quita es mayor). También la mercantilización de los servicios públicos, que lleva consigo problemas asociados como el pago de comisiones a concejales y partidos para la consecución de las contratas. Pero ahora el problema es que Madrid está lleno de basura.

La alcaldesa, que se comporta como un florero, no parece hacer nada, salvo intentar que la empresa pública Tragsa se encargue de ejercer como esquirol, para intentar reventar la huelga, más que justificada de los empleados de la contrata. Pero esto acarrea tener que declarar una situación de alerta sanitaria, algo que no quiere hacer ni a tiros. Por lo de pronto parece ser que Tragsa va a trabajar igual, lo que conducirá a sus trabajadores a un enfrentamiento con los huelguistas y presumibles intervenciones policiales (ya sabemos como se las gasta la delegada del gobierno en Madrid).

La situación ha llegado a un punto que puede dar lugar a un estallido social.

1 comentario:

jaramos.g dijo...

Creo que nos provocan demasiada inquietud, e incluso miedo, las huelgas "fuertes". Salud(os), amigo Soyun.