jueves, 6 de septiembre de 2012

Yo no soy perfecto

Estoy bastante convencido de que el mundo entero tiene fallos, errores de funcionamiento, planteamiento, genéticos, morales, éticos, etc. Por supuesto me incluyo dentro de mundo entero, dentro de mundo entero lleno de fallos. Por que no somos perfectos, por que la perfección es una utopía que el tiempo se encarga de estropear, por que nada es inalterable.

Para empezar podríamos hablar del cuerpo humano, lleno de parches incorporados por la evolución para solventar los problemas que nos creaba la adaptación al ambiente. Si dios nos hizo a su imagen y semejanza, desde luego él tampoco es perfecto (en el hipótetico caso de que pueda existir) por que no pudo preveer los distintos escenarios que el entorno baraja como si fuera un taco de naipes. Aún así seguimos existiendo.

Bueno, me he desviado, otra vez, del tema que quería exponer, del que quería hablar. Yo soy mezquino, cobarde, egocéntrico, vago, vicioso, etc. Tengo tantos fallos que me sorprenden a mí mismo. Tampoco creo que sean un problema insalvable por que soy relativamente consciente de muchos de ellos (de otros me separa la miopía intrínseca que todos llevamos dentro y que me impide ver mis lagunas como persona). Intento dejar de ser todas esas cosas o llevarlas por un camino más o menos recto para hacerlas soportables, tanto para mí como para los demás. Me sorprendo poniéndome en la piel de otros, haciendo esfuerzos para sacar mis proyectos adelante, controlando mis impulsos, intentando ser más generoso, mientras una vocecita en mi interior me dice que me estoy equivocando al tratar de enmendarme. Es posible que tenga razón.

Este es un mundo, como ya dije al principio, lleno de fallos. Podemos intentar solventarlos o volvernos animales egoístas, dejando de lado los siglos de evolución cultural que intentan controlar a los seres imbéciles y sin escrúpulos que llevamos dentro.

Pd.- A veces este blog se transforma en uno de autoayuda, pero de la auténtica, de la que me ayuda a mí mismo.

1 comentario:

Rato Raro dijo...

Bienvenido al mundo de los "raros" imperfectos.

Un abrazo,

Rato Raro